Heroínas, las mujeres en el contexto de COVID-19: Mujeres policías

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H7 Cuerpo

 

Esta crisis es un recordatorio de la contribución esencial de las mujeres. Por tal motivo, como parte del trabajo de ONU Mujeres en el marco de la Iniciativa de la ONU “Spotlight en México” 
- apoyada por la Unión Europea en articulación con el Gobierno de México-, y con el objetivo de visibilizar el rol de las mujeres en el contexto de COVID-19 y de su contribución a la sociedad mexicana, compartimos las historias de mujeres heroínas en medio de la pandemia.

 

Las emergencias humanitarias, los desastres y las pandemias ponen a las mujeres y las niñas en mayor riesgo de violencia. La actual crisis de COVID-19 no es una excepción. Los derechos de las mujeres y niñas deben garantizarse en toda circunstancia y, con especial énfasis, en este tipo de situaciones.

 

Violeta Castillo es la guardiana del Código Violeta. Ella es una de las dos mujeres policías con mayor rango en la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco. Dicho Código es su misión más reciente como Jefa de Planeación Operativa, y consiste en vigilar un nuevo mecanismo de prevención de la violencia de género durante el confinamiento por COVID-19.

 

La comisaria Violeta explica que el sistema agiliza la atención de las autoridades ante los llamados de mujeres atrapadas con su agresor. Al marcar el 911, ellas solo necesitan decir que son “Código Violeta” para activar el protocolo. Entonces policías municipales y estatales despliegan de inmediato a un equipo especializado en estos casos. Si la víctima ya tiene medidas cautelares, los agentes deben dar parte del nuevo evento a la fiscalía. Si no las tiene, deben ofrecerle el traslado a la fiscalía y, si así lo desea, a un refugio temporal.

 

“Los policías tienen que tener una sensibilización”, señala la comisaria jefa. “En casos de violencias o abuso, tratamos de que la mayoría de las primeras respondientes sean mujeres, para dar a la víctima un sustento como autoridad y como mujer. Eso facilita el flujo de información, que es fundamental para hacer la investigación”.

 

La violencia contra las mujeres y las niñas no es algo normal ni natural. No hay ninguna justificación para la violencia. Existen distintas formas de violencia, entre ellas: la violencia física, sexual y sicológica. Todas las mujeres están expuestas al riesgo de ser víctimas independientemente de su edad, etnicidad, nacionalidad, discapacidad, orientación sexual, condición socioeconómica, educativa u ocupacional. Todas las formas de violencia las podemos vivir en casa, por parte de nuestra pareja, de algún familiar, de amigos o conocidos; así como en el trabajo, en la escuela, en las calles, en los mercados, plazas, transporte, entre otros lugares.[1]

 

H7 policias

 

La violencia hacia las mujeres en sus propios hogares ha aumentado con el confinamiento a nivel global. De acuerdo con la Red Nacional de Refugios, en México se incrementaron las llamadas de auxilio en 80% durante el primer mes de encierro. Igualmente, en marzo, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó 115 mil 614 llamadas de auxilio al 911 por violencia contra las mujereslo que representó un aumento de 22.3% con relación a febrero, cuando aún no había aislamiento en casa. En Jalisco, de enero a marzo de 2020 se registraron 3,978 llamadas de emergencia por violencia contra las mujeres, mientras que de enero a abril se registraron 5,279 llamadas. Es decir que durante la pandemia se registró un incremento del 33% (1,301 llamadas).

 

La comisaria Violeta acepta haber sufrido violencias en un ambiente laboral predominantemente masculino. Cuando ingresó a la academia de policía, tras estudiar y ejercer el Derecho, ella era una de tres mujeres en un grupo de 35 hombres. Ascender en la pirámide no ha sido sencillo.

“Lo que ha sido un gran reto es refrendar el por qué estoy aquí, ganarme la credibilidad, sobre todo de los hombres”, cuenta quien ha escuchado muchas veces los mismos cuestionamientos: “¿Cómo una mujer me va a venir a decir qué hacer? ¿Qué sabe ella de seguridad? ¿Cuántas veces se ha agarrado a golpes?”. Pero Castillo lo tiene claro: “Yo llegué por mi trabajo, por lo que sé, por lo que he aprendido con la experiencia… Poco a poco te vas ganando el espacio que tienes”.  

 

Para lograr una contingencia igualitaria y libre de violencia se deben fortalecer las medidas de prevención, atención y protección a las mujeres y niñas víctimas de violencia, e insistir en la necesidad de construir nuevas relaciones sociales y familiares más igualitarias. Recuerda que, en esta contingencia, los servicios de atención a las mujeres y niñas en México son esenciales, y puedes denunciar a través del 911.

 

Retomado - Texto original de  Eugenia Coppel