El Reto de la Igualdad: Las Personas en el Centro de la Smart City

Mensaje de Luiza Carvalho, Directora Regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres, en el Marco de la Smart City Expo

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Estimadas y estimados participantes. En nombre de ONU Mujeres es un privilegio visitar Puebla en viaje oficial por primera vez, y ser recibida en esta hermosa ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, para reafirmar junto a ustedes el compromiso de transformar nuestro mundo a través de las ciudades inteligentes, con la plena inclusión de las mujeres y la perspectiva de igualdad de género en el desarrollo sostenible de nuestras ciudades.

Permítanme iniciar esta intervención agradeciendo la hospitalidad de esta ciudad a través del Alcalde de Puebla José Antonio Gali Fayad que hoy abre sus puertas a este Congreso. Espacios como éste que propician la coordinación, el diálogo y el intercambio de experiencias entre las autoridades locales y nacionales de diferentes países, el sector privado, la sociedad civil, la academia, las Naciones Unidas junto a expertas y expertos, son cruciales para impulsar que el marco legal en materia de igualdad de género y el derecho a la ciudad, y las políticas para el acceso a una vida libre de violencia y con seguridad, se conviertan en una “realidad para las mujeres” en los espacios públicos.

Quisiera expresar nuestro reconocimiento a la Curadora de este evento, Pilar Conesa y todas las y los organizadores de este Congreso y panelistas.

También quisiera mencionar que ONU Mujeres acaba de firmar un convenio de colaboración con el municipio de Puebla para implementar nuestro programa Ciudades y Espacios Seguros para las Mujeres y Niñas, que se desarrolla en más de 20 ciudades en el mundo; y en el caso de México además de Puebla, participa la ciudad de México y la ciudad de Torreón. Un saludo especial a Patricia Mercado, la Secretaria de Gobierno de la Ciudad de México; y a Miguel Ángel Riquelme; el Alcalde de Torreón que nos acompañan así como Medellín, también representado en el panel que forma también parte de nuestro programa insignia.

Gracias a todas y todos por acompañarnos hoy en esta sesión crucial sobre el Reto de la Igualdad: Las Personas en el Centro de las Ciudades Inteligentes.

ONU Mujeres es la defensora mundial y local de las mujeres y las niñas. Creada por los Estados Miembros de las Naciones Unidas en 2010, actuamos para que todas las mujeres y las niñas ejerzan su derecho a vivir plenamente sin discriminación, violencia o pobreza, y hacer realidad la igualdad entre los géneros.

ONU Mujeres respalda la participación igualitaria de las mujeres en todos los aspectos de la vida, centrándose en cuatro áreas para el logro de la igualdad sustantiva, en los hechos:

  • El aumento del liderazgo y la participación de las mujeres en todos los niveles.
  • La eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas en los espacios públicos y privados.
  • El empoderamiento económico de las mujeres y la eliminación de los obstáculos para nuestra participación económica.
  • La igualdad de género como elemento central de la planificación, las estadísticas nacionales y locales y los presupuestos para el desarrollo sostenible.

Bajo el lema "Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género", ONU Mujeres ha lanzado una gran alianza para involucrar a los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y academia, convocando a mujeres y hombres de cada país y comunidad para lograr la democracia paritaria, y la plena participación  de las mujeres en la política, la economía, la cultura, la ciencia, y en todas las áreas de la sociedad, invitando a los hombres a sumarte al cambio a través de la campaña solidaria HeforShe.

La evidencia es clara: la igualdad para las mujeres y las niñas es progreso para todas y todos, es avance para la sociedad y para las ciudades: los países, las ciudades con mayores niveles de igualdad de género presentan un mayor crecimiento económico y son más sostenibles; las empresas con más mujeres en sus juntas directivas son más rentables.

Hoy en día más de la mitad (54%) de la población mundial vive en zonas urbanas, y se anticipa que esta cifra va a aumentar a 60% hasta el 2030. En América Latina, el 81% de la población vive en ciudades. Nuestra región ha tenido un proceso de urbanización significativo y rápido. En este contexto, cada vez más urbanizado incrementar la seguridad, la inclusión social y económica, y la sostenibilidad es un reto que enfrenten las ciudades en todo el mundo. Y la evidencia es clara: las mujeres deben ser- pero aún no lo son- parte central de las decisiones en las ciudades. El cambio está ocurriendo, pero necesitamos acelerar al ritmo.

¿Cómo afectan a las mujeres todos estos cambios?

Si bien las mujeres aspiran a la vida urbana por las ventajas que esta puede ofrecer, el número de mujeres que ocupan puestos de decisión en los gobierno locales es pequeño. Muchas más mujeres que hombres viven sin ingresos propios, pagan un impuesto invisible en términos de tiempo y trabajo no pagado porque hasta ahora somos las principales responsables del cuidado de los niños y personas dependientes; la informalidad y el empleo precario es todavía demasiado frecuente, a lo que se une el poco valor que se da al trabajo doméstico.

Al mismo tiempo, en muchos casos, las mujeres en las ciudades no cuentan con los servicios que necesitan porque no se toman en cuenta sus necesidades en la planeación urbana. Mujeres, niñas y adolescentes en todas las ciudades del mundo, tanto en países desarrollados como en países en desarrollo, experimentan violencia de varias naturalezas.

Ya sea que se encuentren en las calles de las ciudades, en los medios de transporte público o en sus propios barrios, son víctimas de abusos que van del acoso callejero hasta la agresión sexual, la violación y el feminicidio. Esta realidad reduce la libertad de movimiento de mujeres, impacta negativamente en su salud, en su desarrollo intelectual, en su bienestar,y su productivad laboral.

El derecho a la ciudad otorga a todas las y los habitantes de las ciudades el derecho a la movilidad, y el derecho a acceder a las oportunidades sociales, económicas, políticas, tecnológicas y culturales que ofrecen las ciudades al día de hoy. Sin embargo, son pocas las ciudades que ponen la igualdad de género, entre mujeres y hombres en el centro de su planeación y desarrollo social.

Una ciudad inteligente no se trata solo de una ciudad eficiente y sostenible que está a la vanguardia de la tecnología. Una ciudad inteligente debe enfocarse en los derechos humanos de todos y todas sus ciudadanas y la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas debe de ser su centro. Una ciudad no puede ser inteligente cuando la mitad de su población vive en inseguridad y con el riesgo de padecer acoso y violencia sexual cotidianamente.  Una ciudad no puede ser inteligente cuando la mitad de su población no puede gozar plenamente de sus derechos de movilidad; de su capacidad de estudiar, trabajar y participar plenamente en la vida pública; acceder a servicios esenciales y a disfrutar de oportunidades culturales y de ocio.

Además, una ciudad inteligente, es una ciudad que está alineando sus políticas públicas, planes y programas con la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 . Entre los objetivos de desarrollo sostenibles (ODS) adoptados por los países el año pasado, cabe destacar el ODS 5, Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas y ODS 11 Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles; y una meta concreta para la eliminación de la violencia contra las mujeres y niñas en los ámbitos público y privado.

Los municipios han pasado de ser prestadores de servicios a verdaderos gobiernos con competencias y una importante capacidad de transformación de la realidad social, económica, cultural y política más inmediata de sus ciudadanos y ciudadanas. Por ello, las políticas públicas locales cada día resultan más decisivas para lograr las trasformaciones que anhelamos.

Nos encontramos, por lo tanto, ante una oportunidad histórica y sin precedentes para unir a los países, a los tres poderes del estado, a la  sociedad civil, a la academia, a las ciudades  y las personas de todo el mundo para decidir y emprender nuevas vías hacia el futuro. Desde ONU Mujeres el llamado que hacemos es a trabajar de forma acelerada y solidaria para apoyar las metas transformadoras que materialicen la visión conjunta de un planeta sin discriminación y con igualdad para las mujeres, los hombres, las niñas y los niños de aquí a 2030.

Hoy nos encontramos a ocho meses de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre la vivienda y el desarrollo urbano sostenible (Hábitat III), que tendrá lugar en Quito, Ecuador,  una oportunidad única para redefinir la agenda urbana en el marco del desarrollo sostenible, y la reunión regional preparatoria se llevará a cabo en Toluca, en México.

El pasado mes de enero, ONU Mujeres auspició la  III Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género “Mujer y Ciudad” donde participaron más de 600 personas, alcaldes, alcaldesas, regidores, expertas y líderes del movimiento feminista. Con la Declaración de Santiago “Mujeres, Ciudad y Territorio”, aportamos recomendaciones claves para el ámbito municipal:

  1. Considerar prioritario en la planificación urbana la perspectiva de género
  2. Abordar la seguridad y convivencia urbana con igualdad de género
  3. Fortalecer los derechos de las mujeres a la vivienda y el suelo urbano
  4. Mejorar la movilidad y acceso a servicios urbanos
  5. Facilitar las necesidades de la gestión temporal de la vida cotidiana: Uso del tiempo
  6. Impulsar políticas que incluyan los derechos de las mujeres y promuevan equidad en el cuidado.
  7. Propiciar una adaptación eficiente de los territorios locales frente al cambio climático y para la reducción de riesgos.
  8. Contribuir desde la gobernanza local a la inversión y el desarrollo socio económico rural.
  9. Fortalecer la participación ciudadana y el liderazgo político de las mujeres.

Además de la agenda urbana,  ONU Mujeres está impulsando el Programa Global, Ciudades Seguras Libres de Violencia contra las Mujeres y Niñas, para prevenir y atender al acoso sexual y los diversos tipos de violencia que padecen las mujeres y las niñas en todo el mundo en los espacios públicos.

ONU Mujeres tiene un Side Event sobre Ciudades Seguras Libres de Violencia contra las Mujeres y Niñas hoy a partir de las 12.30 y nos da mucho gusto invitar a todas y todos a acompañarnos para conocer este programa insignia de ONU Mujeres que estamos implementando en más de 20 ciudades a nivel global, incluyendo tres ciudades en México y varias ciudades de la región, Quito, Rio de Janeiro, Medellín, la Ciudad de Guatemala.

El objetivo de ONU Mujeres es asegurar que todas las ciudades del mundo sean libres de violencia contra las mujeres y niñas y que en todas las ciudades en el mundo las mujeres y niñas accedan a las oportunidades sociales, económicas, políticas y culturales que ofrecen las ciudades al día de hoy.

Las ciudades inteligentes deben asumir su responsabilidad con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y generar todas las garantías necesarias para que mujeres y hombres disfruten de las mismas oportunidades y condiciones de igualdad en el ámbito político, económico, social, tecnológico y  cultural. Una ciudad inteligente es sostenible, segura  y con inclusión social y económica sin dejar a nadie atrás y con las mujeres en el centro de la planeación urbana y los presupuestos. No perjudica el medio ambiente, y utiliza recursos de manera sensata para que sigan estando disponibles para las generaciones venideras. Invertir en la igualdad y el empoderamiento de las mujeres es progreso en los vecindarios y en las ciudades, es sin duda una inversión inteligente.

Les invito a dar pasos para la igualdad de género. El tema de 2016 para el Día Internacional de la Mujer es "Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género". La comunidad internacional eligió al 2030 como la fecha de vencimiento para la desigualdad de género. Para alcanzar esta nueva agenda ambiciosa es fundamental que sea acompañada con un nivel de financiamiento y de recursos y tecnología igualmente ambiciosos.

Sin duda es tiempo de que la igualdad sea una realidad para las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres en el mundo y en las ciudades. Hoy y todos los días, la igualdad entre mujeres y hombres es progreso para toda la sociedad, es desarrollo sostenible. Las expectativas son altas, y así debe ser.