Brutalidad e impunidad en los asesinatos de mujeres

Así lo revela un estudio elaborado por la Comisión para el Seguimiento de los Feminicidios, ONU Mujeres, INMUJERES y El Colegio de México

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Con el objetivo de visibilizar el contexto en el que ocurren los feminicidios en México, ONU Mujeres, la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios de la LXI Legislatura, el Instituto Nacional de las Mujeres y El Colegio de México, presentaron el día de hoy en la Cámara de Diputados la investigación Feminicidio en México: aproximación, tendencias y cambios 1985-2009.

El estudio fue presentado la diputada Teresa Incháustegui, Presidenta de la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios y comentado por Ana Güezmes, Directora Regional de ONU Mujeres; el diputado Armando Ríos Piter, Presidente de Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados; Rocío García Gaytán Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres y Nadine Gasman, Directora de la Campaña del Secretario General de Naciones Unidas “ÚNETE para poner fin a la Violencia contra las Mujeres “

El estudio documenta con datos oficiales las características de la violencia feminicida en México y da a conocer que los asesinatos de mujeres tuvieron un alza entre los años 1994 a 1998; un descenso en el año 2000 y un repunte del 68% de 2007 a 2009, lo cual constituye un incremento superior en relación con los homicidios de varones. Al respecto, Ana Güezmes, expresó que el estudio es una forma de “honrar la memoria de las más de 34 mil víctimas mujeres de presuntos homicidios de los que da cuenta la serie histórica de certificados de defunción en los últimos 25 años”.

Con base en los datos de la Secretaría de Salud y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía –INEGI-, el estudio muestra la brutalidad con que se asesina a las mujeres y evidencia que mientras dos terceras partes de los homicidios de hombres se cometen con armas de fuego, entre las mujeres el porcentaje es significativamente menor (42%). Entre las mujeres es más frecuente el uso de medios más brutales para asesinarlas: el 18% de los asesinatos, se producen con métodos como ahorcamiento, estrangulamiento, sofocación, ahogamiento e inmersión.

Por otra parte, la investigación muestra que se utilizan objetos cortantes tres veces más en los crímenes contra mujeres que en los asesinatos de hombres. La misma situación ocurre en cuanto al envenenamiento y quemaduras con sustancias o fuego. El estudio también señala que con frecuencia a los homicidios de mujeres se suman violaciones sexuales, lesiones y mutilaciones, con lo cual se evidencia la intención de agredir y cercenar de diversas maneras el cuerpo de la mujer antes o después de privarla de la vida.

Uno de los datos más sobrecogedores que arroja el estudio, es que el 5.8% de las defunciones femeninas con presunción de homicidio corresponden a niñas de menos de cinco años. Asimismo, las mujeres de 15 a 29 años constituyen el 18% de los casos y la proporción de asesinatos de mujeres de la tercera edad, casi duplica la correspondiente de los varones.

Otro de los hallazgos del estudio, se refiere a que la impunidad de los feminicidios en el país, se debe en parte, a una inadecuada actuación por parte de las autoridades ministeriales y forenses al no registrar con precisión las características del asesinato de las mujeres. Al respecto, la diputada Teresa Incháustegui destacó que “la falta de exactitud en el cumplimiento de la normatividad, ocasiona que muchos de los aparentes suicidios de mujeres no se investiguen, y que aún en muchos de los asesinatos más obvios de pierda información vital para las indagatorias”.

Sobre este mismo punto, Rocío García Gaytán, presidenta del INMUJERES señaló que es urgente tener un adecuado registro que brinde datos relevantes para poder identificar el feminicidio y eliminar términos legales como “el estado de emoción violenta” o la “razón de honor” y resaltó que “el gran desafío es que el Sistema de Justicia tenga visión de género y cuente con las herramientas técnicas, teóricas y jurídicas necesarias para sancionar un crimen que se comete por el simple hecho de ser mujer.”

Nadine Gasman, directora para América Latina de la Campaña “ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres” señaló que con esta publicación, la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios contribuye a los esfuerzos del Secretario General de las Naciones Unidas para eliminar la violencia contra las mujeres y destacó que esta investigación se convierte en una iniciativa pionera y un referente para los países de América Latina y el Caribe.