Liderar y cuidar: los pilares de una emprendedora que desafió sus propios límites
“Ayuda mucho que allá fuera el mundo vea que trabajar en comunidad es posible”, sostiene María Dolores Belén Chávez, referente de emprendimiento de tejido artesanal con hojas de palma, con impacto ambiental positivo.
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Se estima que en 2025 la población de personas adultas mayores de 60 años ascenderá a 17 millones en México, lo que equivaldría al 13% de la población nacional. Si esa proyección se concreta, la demanda de tareas de cuidado experimentaría un aumento sin precedentes, la cual se sumará aquella población con secuelas derivadas de la COVID-19..[1]
Las tareas de cuidado, que son asumidas en su mayoría por las familias, y en particular por las mujeres, constituyen un derecho de las personas y una responsabilidad que debe ser compartida por todos los integrantes y actores sociales. Así, tanto el sector público como el privado deben adoptar medidas, políticas, programas y servicios de cuidado y de promoción de la corresponsabilidad en la vida familiar, laboral y social, que liberen tiempo para que las mujeres puedan ejercer su autonomía.
En este contexto, proyectos que puedan impactar de forma positiva en la calidad de vida de las personas adultas mayores, se tornan cada vez más relevantes. Por eso, la historia de María Belén Dolores Chávez, que rescata un saber tradicional de la región de Oaxaca y ofrece empleo de calidad a personas adultas mayores, constituye un caso paradigmático.
Liderar para seguir: la historia de María Dolores Belén Chávez
María Dolores Belén Chávez es un ejemplo claro del liderazgo y resiliencia de las mujeres de Oaxaca. Desde su actividad en un comedor que comenzó a llevar adelante junto a otras mujeres de su comunidad, conoció a hombres y mujeres con necesidades económicas, pero también con un valioso conocimiento de una forma de producir típica de la región: el tejido artesanal con hojas de palma.
En medio de la rutina de compartir un plato de comida con vecinos y vecinas que lo necesitaban, Chávez tuvo una idea. “Cuando yo les preguntaba a ellos por qué no hacen alguna actividad que les dé sustento, ellos me decían que su producción ya no se vende”, relató Chávez, sobre el tejido artesanal de bolsas y sombreros hechos con hojas palma. La mujer de 49 años intuyó que estas artesanías tenían la oportunidad de convertirse en una fuente de ingresos para los productores, por lo que decidió generar el marco para que, esa actividad que ellos consideraban subestimada, encontrara su demanda y pudiera convertirse en un negocio genuino. “Al día siguiente comenzaron a mostrarme lo que hacían y así fuimos moldeando más el proyecto de acuerdo a lo que ellos fueron llevando”, relató Chávez.
En ese entonces, la mujer recibió el diagnóstico de una enfermedad cerebral que, según los médicos, no le permitiría continuar con su rutina de la misma manera. En paralelo, Chávez se enteró de la existencia del programa Avancemos por la Igualdad (API), que comenzó en 2018 con la alianza global entre ONU Mujeres y Danone a través de su marca Bonafont en México. Esta colaboración se enfoca en el empoderamiento económico de las mujeres en las comunidades afectadas por el terremoto del 2017 en la Ciudad de México y Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
“Me gustó mucho todo lo que fue la comercialización de los productos”, señaló Chávez sobre la dimensión del programa que asesora y capacita a líderes de emprendimientos en aspectos vinculados a lo comercial. “Lo que a mí más me llamó la atención es el aprendizaje en finanzas, el costeo del producto. Nosotros ya teníamos la marca registrada, ya teníamos el proceso, pero tan sólo con esto nos lo reafirmamos y creo que eso me ayudó a olvidarme del diagnóstico que me tenía triste y me permitió seguir trabajando”, consideró. “Aprender cómo costear un producto, cómo sacarlo, cuáles eran las ‘cuatro Ps’ de la mercadotecnia. Ahora ya sé todo sobre mi producto: la plaza, el precio y luego la otra parte de las publicaciones, ¡qué padre!”, sostuvo Chávez.
María Dolores Belén Chávez, originaria de Huajuapan de León, Oaxaca junto a las participantes del programa Avancemos por la Igualdad (API).
Un modelo de trabajo a la medida de las personas adultas mayores
Las personas que son parte del emprendimiento tienen de 70 años en adelante. Muchas están solas porque sus hijos o hijas no viven en la ciudad, partieron a la Ciudad de México o fueron al norte y no regresaron. Por eso, más allá de que no han tenido acceso a una computadora o un teléfono, el problema principal es que tampoco están siendo cuidadas o sus cuidados dependen de muchas otras personas.
El éxito del proyecto tuvo impacto en distintas dimensiones de la vida de la comunidad. Por un lado, generó ingresos para las personas artesanas y un lazo de comunidad al construir un sentido de pertenencia a un proyecto directamente conectado con la cultura de la región. Pero, además, produjo confianza, un grupo de contención, y la satisfacción de la tarea cumplida. “Cuando comencé a platicarle a los viejitos y las viejitas que vendimos la primera bolsa a España, una señora me abrazó y me dijo: ‘Nunca pensé que mis manos fueran a viajar tanto’, recordó María Belén, emocionada.
Para Chávez, su emprendimiento logró un impacto social, económico y emocional demás valioso. “Si con este proyecto ellos se pueden dar ese gusto, si les puedo decir en diciembre, ‘esta cobija es nueva, siente lo que es tener una cobija nueva’, esta es una satisfacción que a mí me queda”.
Impacto comunitario y ambiental
Además de trabajar con las personas adultas mayores, el emprendimiento de Chávez tiene un impacto en los y las jóvenes de su comunidad, dado que encontraron en la siembra de la palma una forma de apoyar su proyecto. De esta forma, distintas generaciones de la misma comunidad trabajan para mantener vivo el legado del tejido de palma en la zona mixteca.
“Estamos buscando reconocimiento para la palma. Hay una certificación ambiental para esa reestructuración de los cerros y de los lugares para que esto continúe, no nada más ahorita que está de moda o que todos quieren ser ecologistas, sino que esa certificación para nuestra comunidad nos va a servir principalmente para que la gente sepa que por cada palma que nosotros cortamos, estamos sembrando otra, reforestación del lugar en donde nosotros vivimos”, consideró Chávez. “Ayuda mucho que el mundo vea que trabajar en comunidad es posible”, finalizó.
[1] ONU Mujeres (2021), El cuidado de las personas adultas mayores en situación de dependencia en México: propuesta de servicios, estimación preliminar de costos e identificación de impactos económicos. Consultado en: https://mexico.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2021/12/el-cuidado-de-las-personas-adultas-mayores-en-situacion-de-dependencia-en-mexico