Ciudad Juárez: Refugios de mujeres ante la pandemia del COVID-19

Fecha:

Feminicidios 1

 

Mujeres en el contexto de COVID-19
 
La pandemia de COVID-19 ha derivado en una crisis sanitaria que se conjuga con otra crisis social: la de la violencia por razón de género. Con el objetivo de visibilizar como en todas las regiones del mundo, incluido México, la violencia contra las mujeres y las niñas ha aumentado en el contexto de la pandemia, compartimos las historias de mujeres mexicanas. Estos textos son parte del trabajo de ONU Mujeres en el marco de la Iniciativa de la ONU “Spotlight en México” - apoyada por la Unión Europea en articulación con el Gobierno de México. 

 

La pandemia de COVID-19 en México derivó en una crisis sanitaria que se conjuga con otra crisis social: la de la violencia por razón de género.

 

Claudia no se llama Claudia, se le cambió el nombre para protegerla “Estar aislada en un refugio para mujeres víctimas de violencia es lo más parecido que encuentra al cielo: un lugar sin humillaciones, sin gritos, sin violación sexual. Nunca pensé estar en un lugar tranquila”, dice.  

 

Que una mujer se sienta “tranquila” —al menos por un tiempo— en una localidad como Ciudad Juárez es como un regalo invaluable, y hay que entenderlo en su contexto. Ciudad Juárez es el único lugar en el mundo donde decenas de cruces de color rosa, que simbolizan mujeres asesinadas, te reciben a la entrada y salida en las casetas de peaje fronterizas. 

 

Ciudad Juárez (Chihuahua) se encuentra entre los primeros lugares a nivel municipal, junto con Tijuana (Baja California) y Acapulco (Guerrero), en cuanto al mayor número de defunciones femeninas con presunción de homicidio (DFPH)[1] de 2018 a 2019.[2]Adicionalmente, con base en las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y diciembre de 2020, se registraron 19 presuntos delitos de feminicidio en Ciudad Juárez[3], situando a este municipio en primer lugar nacional. 

 

Ser mujer en Ciudad Juárez es un riesgo. Ser mujer, migrante, madre de tres niños menores de cinco años, pobre, y sin ninguna red de apoyo, como Claudia, es exponencialmente peligroso.

 

Los únicos dos albergues de esta ciudad estuvieron desde el principio de la pandemia al máximo de su capacidad, según informa la directora del refugio en donde está Claudia, y cuya identidad también se mantuvo bajo resguardo.

 

Las emergencias humanitarias, los desastres y las pandemias mundiales ponen a las mujeres y las niñas en mayor riesgo de violencia. La actual crisis de COVID-19, no es una excepción.[4]  

 

Ante la contingencia sanitaria, la directora del refugio en el que está Claudia cuenta que el proceso de ingreso ha tenido que cambiar: ahora, las mujeres, sus hijas e hijos son refugiados en una casa de emergencia durante 15 días en los que su salud es monitoreada por una enfermera para descartar un posible caso de COVID-19. Posteriormente son trasladadas al refugio, donde permanecerán al menos tres meses.

 

Al interior de las instalaciones se modificaron algunas dinámicas: “Las profesionales que dan talleres de psicología ahora lo hacen por videollamadas, y únicamente personal esencial ingresa a la casa bajo medidas sanitarias estrictas”, relata la directora. 

 

El refugio tiene una capacidad para 11 núcleos familiares, es decir, alrededor de 35 personas, y al momento de la entrevista estaba al 100%; sin embargo, si aumenta el número de peticionarias, podrían canalizarse a otra ciudad a través de la Red Nacional de Refugios.

 

El segundo refugio de Ciudad Juárez está en manos de Vida Integral para la Mujer A.C. y de acuerdo con la directora Lilia Pacheco, éste tiene una capacidad para 10 núcleos familiares.

 

La Red Mesa de Mujeres asegura que tiene datos que indican que, de enero a octubre de 2020, 5 mil 102 mujeres presentaron una denuncia por violencia familiar ante la Fiscalía Especializada en la Atención de Mujeres Víctimas del Delito (FEM); además hubo 477 denuncias por abuso sexual y 399 por violación.

 

De acuerdo al Estudio cualitativo de ONU Mujeres:  Violencia contra las mujeres y las niñas en el contexto del confinamiento por la pandemia de COVID-19 en México: los casos de distintos tipos de violencia de género que se ejercieron durante la pandemia provocada por COVID-19 han aumentado en cuanto a su frecuencia y severidad; además, hubo un aumento en las solicitudes de asistencia y de refugio son por violencia en el ámbito familiar, especialmente física, y el número de desapariciones, presuntos feminicidios y tentativas de feminicidio también había registrado un incremento durante la pandemia.[5]

 

Por tal motivo, Belén Sanz Luque, Representante de ONU Mujeres en México junto con Representantes de Naciones Unidas como parte de la Iniciativa Spotlight, viajaron en septiembre a Cd. Juárez, Chihuahua, para fortalecer el trabajo colaborativo con autoridades locales y Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) del estado.

 

Claudia relata finalmente que sufrió una serie de violencias por parte de su esposo en los últimos meses: él controlaba los ingresos que ella aportaba con su trabajo; le prohibía tener amistades y cuando la golpeaba no la dejaba salir en días. Claudia piensa que el albergue en el que está es lo más parecido al cielo, y es además el primer paso para hacer un cambio sustancial en su vida y sentirse libre.

 

Debido a esto, en articulación con CONAVIM, INDESOL, INMUJERES y los Hoteles de Grupo Posadas, el plan de alojamiento seguro y gratuito para mujeres y sus hijas/os víctimas de violencia se ha ampliado para dar servicio en un total de 13 ciudades/municipios, entre ellos 4 municipios Spotlight (Cd. Juárez, Chihuahua, Ecatepec, Naucalpan). Asimismo, se han otorgado fondos a organizaciones de la sociedad civil en la primera línea de respuesta a la violencia a través de convocatorias que apoyen el trabajo directo en las comunidades, así como apoyos no condicionados a mujeres sobrevivientes que egresan de los refugios para que con ello puedan iniciar un nuevo proyecto personal, libres de violencia.

 

Retomado - Texto original de  Yubia Ramos.

 



[1]Las DFPH se refieren a los decesos de mujeres con elementos que hacen suponer que fueron víctimas de homicidio. Esta suposición requiere indagarse para ser comprobada o desechada a través de los procesos de investigación ministerial y de valoración judicial.

[2]Estudio de INMUJERES y ONU Mujeres “La violencia feminicida en México: Aproximaciones y tendencias” Consultado en: https://mexico.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020-nuevo/diciembre-2020/violencia-feminicida

[3]Consultado en: https://drive.google.com/file/d/1sXSQU6yy7r502TAFM_fW7mIVhGZIeVsm/view

[4] ONU Mujeres. COVID-19 y su impacto en la violencia contra las mujeres y niñas. Consultado en: https://mexico.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020-nuevo/abril-2020/covid19-y-su-impacto-en-la-violencia-contra-las-mujeres-y-ninas

[5]ONU Mujeres. Violencia contra las mujeres y las niñas en el contexto del confinamiento por la pandemia de COVID-19 en México. Estudio cualitativo. Resumen ejecutivo de los resultados. Consultado en: https://mexico.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020-nuevo/diciembre-2020/resumen-ejecutivo-colmex