Heroínas, las mujeres en el contexto de COVID-19: Trabajo de cuidados en tiempos de pandemia

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Esta crisis es un recordatorio de la contribución esencial de las mujeres. Por tal motivo, como parte del trabajo de ONU Mujeres en el marco de la Iniciativa de la ONU “Spotlight en México”- apoyada por la Unión Europea en articulación con el Gobierno de México-, y con el objetivo de visibilizar el rol de las mujeres en el contexto de COVID-19 y de su contribución a la sociedad mexicana, compartimos las historias de mujeres heroínas en medio de la pandemia.

 

Las mujeres siguen siendo las más afectadas por el trabajo de cuidados no remunerado, sobre todo en tiempos de crisis. Cuando los sistemas de salud están sobrecargados, se pone una mayor carga en la atención en el hogar, principalmente asumida porlas mujeres: en México, éstas asumen en promedio 39 horas semanales de trabajo de cuidado no remunerado, el triple de horas en comparación con los hombres (13 horas a la semana)[1]

 

Linda duerme solo una vez a la semana con sus hijos. Desde hace casi cuatro años, pasa parte de sus noches y madrugadas de pie frente a una caja registradora. Vive con su hermano y sus padres. Es una madre soltera que, como otras tantas, trabaja en un supermercado de Ciudad Juárez, Chihuahua, que está abierto las 24 horas. Este es de una empresa de Estados Unidos, país que hace frontera con la ciudad donde habita.

 

Ella cuenta cómo es trabajar en medio de la emergencia sanitaria que ha frenado a casi todo el mundo. Su horario laboral inicia a las 10 de la noche y finaliza a las 6 de la mañana. Aunque para mucha gente suene horrible, a ella le viene bien. Su rutina, antes de la pandemia, era volver a casa caminando, con alimentos para preparar el desayuno. “Era llegar y levantarlos; asearlos, que se uniformaran, que llevaran todo”. A las 7 am ellos ya estaban en la escuela y ella iniciaba su descanso del trabajo.

 

Esa rutina le permitía dormir solo 5 horas, pues después de ir por ellos a la escuela, iniciaba otra jornada con actividades como lavar ropa, pagar servicios de la casa, comprar material escolar o limpiar.

 

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Ahora, durante el confinamiento, esa doble jornada de trabajo se ha hecho una tercera, pues debe fungir de maestra para los niños, y siente que los gastos en casa han aumentado. Entre risas menciona: “Ahorita que los niños están en casa, como que… les dan más ganas de comer y a cada rato”.

 

En el contexto actual, esta carga invisible se incrementa, es decir, ante el cierre de escuelas y guarderías se requiere resolver el cuidado de niños, niñas y adolescentes en horas laborales. Además, las mujeres son generalmente las encargadas de las tareas de educación dentro del hogar, así como de las actividades de limpieza, coordinación logística del hogar, ocio y entretenimiento para las personas integrantes de la familia, y la situación puede generar inquietudes en las personas dependientes y la contención emocional de estas personas ocupa también tiempo de las mujeres.[2]

 

Ser cajera es una de las actividades esenciales en medio de la pandemia y a ella le tocó estar al frente: “Sí da temor seguir trabajando, de que uno no sabe si el cliente que llegó trae síntomas, ¿verdá?... o, por ejemplo, trae su dinero en manos y uno no sabe. Sí da temor. Y ¿a quién no le gustaría estar en casa?, pero pos’ con la bendición de Dios yo me voy al trabajo, pidiéndole que no me vaya a enfermar porque soy sustento de mis hijos. Creo que... pues una mamá lo es todo”.

 

  

 

Retomado - Texto original de Ciela Ávila

 

 



[1] Inmujeres, cálculos a partir del INEGI-Inmujeres. Encuesta Nacional sobre Uso del

Tiempo 2014. Base de datos. Consultado en:

https://sisproigualdad.inmujeres.gob.mx/public/index.html