Palabras de Ana Güezmes en el Foro Gestión Pública con Perspectiva de Género en Querétaro

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Ana Güezmes en el Foro Gestión Pública con Perspectiva de Género en Querétaro (Foto: ONU Mujeres / Diana Romero)
Ana Güezmes en el Foro Gestión Pública con Perspectiva de Género en Querétaro (Foto: ONU Mujeres / Diana Romero)

El reto de gobernar con perspectiva de género

Agradezco la amable invitación del Sr. Gerardo Romero Altamirano, Consejero Presidente del Instituto Electoral del Estado de Querétaro, a las y los consejeros y de manera particular a la Sra. Yolanda Elías Calles, Consejera Electoral del Estado de Querétaro y presidenta de la Comisión de Igualdad Sustantiva del IEEQ.

Saludo a la Sra. Gabriela Nieto Castillo, Magistrada Presidenta del Tribunal Electoral del Estado de Querétaro; a la Sra. Laura Cristina Mier Gudiño, Encargada del Despacho del Instituto Queretano de las Mujeres y a las autoridades de Querétaro que hoy nos acompañan.

Mi reconocimiento a la Senadora Martha Tagle Martínez, que hoy nos acompaña.

Para ONU Mujeres es un privilegio unirse hoy al Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ), el Instituto Nacional de las Mujeres y el Instituto Queretano de las Mujeres, en el ‘Foro Gestión Pública con Perspectiva de Género’ dirigido a las y los  candidatos a cargos de elección popular en la entidad que resultaron electos en el proceso electoral local 2014-2015.

  • Plena participación de las mujeres y paridad

ONU Mujeres no quiere dejar pasar esta oportunidad para decirles a las señoras Diputadas, regidoras, mujeres que encabezan los mecanismos para el avance de las mujeres tanto en el ejecutivo como en el legislativo como en la sociedad civil en Querétaro, funcionarias públicas, autoridades municipales, académicas, periodistas y ciudadanas todas que nos inspiran y que son un referente fundamental para el empoderamiento de las mujeres y el logro de la igualdad de género en México, y sabemos que hacerlo no es nada fácil para ustedes.  Por ello es fundamental los pactos para la paridad y para una militancia sin violencia ni discriminación.  Más mujeres para mejor política y más hombres y mujeres comprometidos con  la agenda de la igualdad es el mensaje de ONU Mujeres. Querétaro ha pasado de ser la Entidad Federativa  con menor participación parlamentaria al inicio del año (8%) a ser en la actualidad con el 52% el que tiene mayor participación; y de la misma manera en alcaldías donde pasaron a de 2 a 8 presidentas municipales con un 44.4% después de las elecciones del 2015.  Es destacable el hecho de que en la primera aplicación de la paridad en México, los congresos de los Estados de Colima, Guanajuato y Querétaro superaron el 50 por ciento de diputadas.

Reconocemos, también, la creciente presencia de las instituciones del Estado, los partidos políticos y cada vez más hombres comprometidos con la igualdad de género en el país. Expresarles señores y señoras nuestro reconocimiento a los esfuerzos de cada una y uno de ustedes para ver cada vez más a las mujeres en política, más mujeres en puestos de decisión, trabajando por los desafíos que tienen nuestras democracias, construyendo juntos consensos, perseverando en visibilizar temas fundamentales para el respeto de los derechos  humanos y la dignidad de las personas, y especialmente de las mujeres y las niñas. La evidencia es clara: la igualdad para las mujeres y las niñas es progreso para todas y todos, es avance para la sociedad.

Querétaro representa la visión que tenemos en ONU Mujeres, con compromiso y convicción, se puede acelerar el ritmo hacia la igualdad. Felicitaciones.

En el año 1975, la ONU celebra por primera vez el Día Internacional de la Mujer, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer, y con la Primera Conferencia de la Mujer, que se realizó en México. Este año se cumplen 20 años de la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing. ONU Mujeres reconoce la ampliación sin precedentes de los derechos de las mujeres en los marcos jurídicos, la igualdad formal o en la ley. Los países redujeron la brecha de género en educación e inclusive muchos, como México, lograron la paridad de género en la matriculación escolar. Muchos países crearon instituciones dedicadas a enfrentar la desigualdad de género. Muchos sancionaron leyes contra la discriminación de género. Muchos convirtieron la violencia contra las mujeres en delito. Todas éstas son buenas noticias

Sin embargo, pese a los progresos alcanzados en el último siglo, las esperanzas de igualdad real, en los hechos, están lejos de verse realizadas. Al ritmo del progreso actual, se necesitarán 80 años para lograr la paridad de género en el lugar de trabajo, más de 75 años para alcanzar igual remuneración entre hombres y mujeres por el mismo trabajo realizado, y más de 30 años para lograr la paridad entre mujeres y hombres en los puestos de toma de decisión.

El cambio está ocurriendo, pero requerimos que sea más rápido. Gobernar con perspectiva de género es hacer que este cambio hacia la igualdad ocurra con soluciones inteligentes de gobierno y con un pacto de estado hacia la igualdad sustantiva.

Nuestra región fue la que más temprano y de manera unánime firmó y ratificó la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) y Belen do Pará.  Hoy son ya 188 países han ratificado la CEDAW.  Para nuestra región y México el aporte de la CEDAW es central: No basta con la igualdad formal o de derecho; no es suficiente con que las leyes, políticas públicas, planes y acciones gubernamentales aseguren la igualdad entre hombres y mujeres. En este sentido, los Estados están obligados a hacer más, a poner todos los medios a su alcance para lograr la igualdad de género, la igualdad de resultados, la igualdad sustantiva en los hechos para que sea “una realidad vivida por las mujeres”.  La paridad es el camino.

Frente a este panorama, mujeres líderes de todo el mundo lanzaron un llamado a la acción en Santiago de Chile en febrero de 2015 en el evento de alto nivel organizado por el Gobierno de Chile y ONU Mujeres, denominado "Mujeres y Poder: Construyendo un mundo diferente". En este llamado las líderes reivindican la necesidad urgente de cambiar el curso actual de la historia, ya que el ritmo de los cambios sigue siendo muy lento y no  podemos esperar otro siglo para lograr la paridad en los órganos de toma de decisiones que determinan nuestras políticas y deciden sobre la guerra y la paz. ‘Las mujeres han de tener un rol central en la toma de decisiones en todos los ámbitos: desde los gobiernos locales a los parlamentos, el poder judicial, los partidos políticos, los sindicatos, a los foros de paz y las instituciones de gobernanza global; desde los hogares a las pequeñas empresas y las grandes multinacionales. Queremos que todos aquellos que tengan responsabilidades en todos los ámbitos de decisión de la sociedad, desde la jefatura de estado y de gobierno, el parlamento, consejos de administración de empresas, sindicatos y partidos políticos, aboguen por la igualdad de género substantiva. Queremos ver más mujeres en el liderazgo económico para garantizar que el crecimiento económico y el funcionamiento de los mercados tengan en cuenta la visión de las mujeres. Queremos ver más mujeres participando en todos los procesos de toma de decisión relacionados con el cambio climático y en el establecimiento y ejecución de políticas con enfoque de género’.

Sin duda, la coyuntura actual de América Latina y el Caribe ofrece una oportunidad histórica para transitar hacia  la participación paritaria de las mujeres en la vida pública. Si bien es cierto que los desafíos siguen siendo evidentes, con barreras estructurales que mantienen una discriminación por razón de género con una división sexual del trabajo y una asignación de roles tradicionales masculinos y femeninos, la paridad política es ya un proceso en curso, vigoroso e irreversible en la región. Por ello, ONU Mujeres ha propuesto una gran alianza regional, nacional y local  de todos los agentes, nacionales, regionales e internacionales, hacia la democracia paritaria, hacia un Planeta 50-50. 

ONU Mujeres en México ha consolidado y fortalecido su colaboración con el Gobierno Mexicano, así como con los tres poderes del Estado y órdenes de Gobierno, la sociedad civil y las agencias del sistema de Naciones Unidas, para acelerar el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.

Gobernar es pactar en el marco de los estándares de derechos humanos.

  1. Hacia una agenda de desarrollo sostenible en México y en Querétaro

Trabajamos en México poniendo énfasis en cuatro áreas de nuestro mandato: (i) participación política, (ii) empoderamiento económico de las mujeres, (iii) el garantizar que los presupuestos, las estadísticas y las políticas públicas consideren de manera central la igualdad de género, y (iv) prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas.

Querétaro integrará su Plan de Desarrollo y hay tres áreas que requieren ser parte central de la política pública para acelerar el ritmo hacia la igualdad sustantiva:  

  • En primer lugar, prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas debe ser una prioridad. Se trata de la violación más generalizada de los derechos humanos y en nuestra región nos indigna y llama a la acción en todas sus formas. El acceso a la justicia pronta y oportuna es una deuda que se refleja en la alarmante magnitud del feminicidio, la forma más extrema de esta violencia.
  • En segundo lugar, mujeres y hombres deben tener igualdad de oportunidades, recursos y responsabilidades para que la igualdad sea una realidad. Es preciso abordar con un sentido de urgencia la igualdad en el acceso a la tierra y el crédito, a los recursos naturales, la educación, los servicios de salud, a la garantía de los derechos sexuales y reproductivos, el trabajo decente y la igualdad de remuneración. La autonomía económica y el trabajo de calidad son centrales. Se necesitan políticas públicas de cuidado, que reparen la invisibilidad y exceso del trabajo no remunerado y tiempo que dedican en todos nuestros países las mujeres de manera desproporcionada, y que garanticen el cuidado como un bien público con responsabilidad central del Estado.
  • Y en tercer lugar, es preciso escuchar a las mujeres. Ha llegado el momento de que las mujeres participen en pie de igualdad en la toma de decisiones. Para que la democracia sea significativa e inclusiva es preciso amplificar las voces de las mujeres y su liderazgo en todos los ámbitos, públicos y privados, desde las empresas al ejecutivo, las organizaciones civiles y los liderazgos en los pueblos indígenas.

La igualdad de género no es sólo asunto de mujeres. Es un imperativo que nos afecta a todos y todas. Si alcanzamos la igualdad, tanto mujeres como hombres nos veremos beneficiados sociales, política y económicamente. Por esto, ONU Mujeres les invita a la campaña “He for She”, movimiento solidario en favor de la igualdad de género, desarrollado por ONU Mujeres, que busca implicar a hombres de todas las edades y procedencias como defensores y agentes del cambio, a fin de hacer realidad los derechos de las mujeres y las niñas y lograr la igualdad de género. (heforshe.org)

Además debemos trabajar en cómo hacerlo y garantizar que los presupuestos, las estadísticas y las políticas públicas consideren de manera central la igualdad de género. Para ello, un punto de arranque para la nueva legislatura y ejecutivo en Querétaro es la plena Armonización legislativa con los estándares internacionales de derechos humanos; el plan de desarrollo con objetivo específico en la igualdad de género (acción afirmativa) e integración de la perspectiva de género a lo largo de las dimensiones económicas, sociales y ambientales en Querétaro; y por último un presupuesto asociado a la política de igualdad.

El presupuesto es un instrumento que permite la concreción de las políticas públicas. Expresa la forma en que los gobiernos prevén movilizar y asignar los recursos disponibles, y orientar el gasto público en función de sus prioridades de agenda. Es un indicador económico de compromiso político con la sociedad y los derechos humanos.

Hoy hablamos de presupuestos, y pronto lo haremos de las reformas fiscales y de las reformas macroeconómicas que requerimos para lograr resultados de desarrollo, paz y seguridad. Por ello, mi tributo a las y los parlamentarios y el Inmujeres y miembros del ejecutivo, que   han construido el avance y que hoy buscan consolidar la presupuestación con enfoque de género a nivel federal, y esperamos que pronto en Querétaro se desarrolle el presupuesto etiquetado. ONU Mujeres, se compromete una vez más con apoyar estos procesos.  En este sentido, las expertas en macroeconomía  nos recuerdan que las mujeres pagan los impuestos más altos en la economía global en la forma de trabajo no remunerado y de cuidados, lo que me gusta llamar el impuesto invisible de las mujeres, casi el 20% del Producto Interno de México es trabajo no remunerado y más del 76% del mismo lo realizan las mujeres. Promover la mayor participación económica de las mujeres, y liberarlas del trabajo no pagado es sin duda una acción urgente de política y presupuesto público.

En ONU Mujeres estamos convencidas de la fuerza transformadora del trabajo legislativo en tándem junto al ejecutivo, y del potencial que ofrece la herramienta presupuestal cuando se le utiliza para el propósito que fue creada: para garantizar los derechos humanos. México cuenta con bases jurídicas, institucionales, programáticas y presupuestarias que garanticen igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Hoy junto a ustedes tenemos que desarrollar un mensaje de cambio: La inversión en la igualdad de género no sólo es urgente, sino además muy inteligente para el logro de las metas de desarrollo sostenible y de ejercicio de derechos humanos.

México tiene la oportunidad de ser protagonista del cambio cultural más universalmente demandado: la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres. Somos la generación del cambio. Las condiciones son propicias para que la región  consolide democracias incluyentes, democracias paritarias, en donde el ejercicio de los derechos y las libertades fundamentales de mujeres y hombres en su diversidad sea la norma, más no la excepción.  La hora de la igualdad sustantiva y de la democracia paritaria ha llegado.

Empoderamiento para las mujeres, empoderamiento para la humanidad. ¡Estoy segura de que podemos  imaginar, y lo que es más importante construir un mundo de igualdad!